sábado, 4 de febrero de 2017

HUACA SANTA CLARA


Huaca Santa Clara está constituida por plataformas de adobe y múltiples terrazas, construido en las faldas del Cerro Cementerio. Había cuatro grandes interconectadas construcciones de adobe, uno situado en la parte superior de la colina conocida como plataforma principal, y uno en cada una de las tres terrazas. Había cientos de fragmentos de decoración mazas de guerra que se encuentran alrededor de la base de la plataforma principal. Estos ornamentos arquitectónicos son bien conocidos en el arte de las dos culturas Gallinazo y moche, donde se adornan el techo de los edificios importantes. Las mazas eran exclusivas de esta región del sitio por lo que su uso limitaba a la parte superior de la estructura.
El acceso a la Huaca Santa Clara desde el valle solo fue a través de una de las tres terrazas más bajas. Dos salas adyacentes en la parte sur de este edificio fue descubierto para ser parte de un sistema de red de acceso compleja. El personaje de elite de este espacio estuvo marcado por la presencia de un banco bajo cerca de una pared de nichos. Situado en la esquina noreste era un pasaje. Este pasaje muy probablemente restringía el acceso a muchas áreas privadas.
Había instalaciones de almacenamiento a gran escala de los productos agrícolas que se encuentran en la Huaca Santa Clara también. Estas grandes instalaciones están estrechamente relacionadas con las residencias de elite, así como los entierros de elite del complejo arquitectónico.
Los antiguos habitantes de la Huaca Santa Clara, tuvieron rituales de entierros. Los antropólogos canadienses de la Universidad de Western Ontario: Jean Francois Millaire y Flannery Surrette, investigaron a cerca de los rituales que se hacían en la Huaca Santa Clara y explicaron a cerca del proceso en el que se dieron los rituales:
El ritual mencionado anteriormente fue realizado en las derruidas estructuras de Huaca Santa Clara, los resultados del análisis preliminar revelan que le lugar había funcionado como un centro administrativo Virú, como lo es sugerido por el diseño integral del complejo arquitectónico (instalaciones de almacenamiento a gran escala asociados a residencias de elite), los patrones de acceso y la naturaleza de los objetos y muebles recuperados. Los miembros de la sociedad Virú abandonaron el asentamiento en algún momento antes del año 760 d.C., sin embargo, este volvió a ser visitado unos cuatrocientos a los más tarde para la celebración del ritual mortuorio que se viene estudiando.
El elemento central de este contexto funerario fue un niño de cinco años de edad que fue depositado al anterior de una fosa excavada a través de los niveles de ocupación correspondientes al periodo Virú. El niño fue enterrado en posición sentada y su cuerpo resulto momificado naturalmente como consecuencia del clima extremadamente seco en esta parte del valle. El individuo llevaba puesto un tocado y había sido cuidadosamente cubierto con una manta y tres paños envoltorios. Una honda larga fue enrollada alrededor del cuello del niño; esta fue posteriormente utilizada para atar el textil que cerro el fardo. A pesar que se creyó inicialmente que el pequeño podría haber sido estrangulado, no hay evidencia física que apoye esta hipótesis.
El fardo fue asegurado con una honda hecha de fibra vegetal y contiene cinco textiles, dos de los cuales tiene decoración. Uno presenta diseño de listas de colores en dirección de la urdimbre. El otro representa un complejo diseño de perfil escalonado, ejecutado con una trama suplementaria (brocado) de algodón de color marrón oscuro.
Los textiles fueron codificados por estos investigadores. Por ejemplo, uno de los textiles tiene el código HSC 184 y fue encontrado alrededor del cuerpo momificado, mide aproximadamente 100 cm por 135 cm. Está constituido por dos piezas cosidas conjuntamente, con dos de las esquinas atadas entre sí. Presenta urdimbres de diferentes colores de algodón natural y teñido, fueron montadas en el telar y luego tejidas con una trama de algodón de color natural marrón claro. Todos los hilos son de un solo cabo hilado en S. 
Las rayas de colores dominan el diseño de la vestimenta; el número de urdimbre por centímetro es de 20, mientras que la trama es de 9 por cm. La mayoría de las rayas angostas están tejidas en 1/1 (urdimbres y tramas solas), mientras que la pieza central de algodón natural y las rayas, marrón chocolate fueron tejidas en 2/1 (con urdimbres pareadas o dobles). Los colores originales presentes en las listas de urdimbres son difíciles de determinar debido a que el tejido fue manchado por la descomposición del cuerpo; sin embrago, tentativamente podemos precisar los siguientes colores: marrón claro, marrón oscuro, verde, crema, azul y chocolate. El azul pudo ser añil o llague, un tinte soluble en el agua. Los demás tonos antes mencionados están presentes de una manera natural en el algodón del textil.

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