sábado, 4 de febrero de 2017

CASTILLO DE ZARAQUE:

Es una pirámide de barro perteneciente a la cultura Virú, protegido por murallas, cuya ocupación fue fechada en 1200 AC. Declarada Patrimonio de la Nación mediante RD 676-INC del 30 de mayo de 2007.
Se encuentra ubicado en el Sector Este del Valle de Virú (Valle Medio) en la parte superior y en las faldas ( de la parte Oeste) y cúspide del Cerro del mismo nombre. Por los estudios hallados data (300 a.c aprox.)
En cuanto a su arquitectura, su construcción característica es la de un montículo piramidal conformado por plataformas sucesivas elaboradas por adobes moldeados, siendo sus partes adosadas y aseguradas estas entre si medio de vigas de algarrobo; cuenta con muros de contención hechos de piedra y que sirven de base a las estructuras de adobe. Supieron aprovechar las características de la cima de los cerros, logrado aumentar de esta manera la impresión de solidez y de grandeza que proyectan estas construcciones. Buscaban que el espacio a proteger sea menor; debido a que contemporáneos de otro valles pretendían invadirlas. Publicar entrada Cumplían además de la función militar, una función pública o ceremonial; así vigilar, defender y controlar el valle. 
En su organización política, en la parte alta vivía el señor de Zaraque, sus familiares, sacerdote, chaman y una elite de guerreros; mientras que en la parte baja el Jefe Agricultor, el Jefe Cazador, personajes principales o funcionarios que supervisaban las actividades productivas, y además miembros de comunidad; los guerreros en tiempo de paz se dedicaban a la agricultura, a la caza y a la pesca; destacando en la orfebrería; era una comunidad muy organizada.
Este castillo para el periodo Gallinazo Tardío, desempeño una función de carácter defensivo y administrativo, que por su ubicación y mayor magnitud en relación a los demás castillos contemporáneos, determino un punto estratégico de control de esta parte del valle.
Las causas que determinaron las relaciones funcionales de los castillos fortificados, para el periodo Huancaco estuvieron relacionadas al dominio que tuvo la Cultura Moche en el valle de Virú en este periodo, en donde su influencia fue total, cambiando la función de los castillos fortificados, de mayor carácter defensivo a estructura de carácter ceremonial y administrativo.
Se encuentra ubicado en el sector de Zaraque a unos 10 minutos de Virú.


PARTE BAJA 

PARTE ALTA

HUACA SANTA CLARA


Huaca Santa Clara está constituida por plataformas de adobe y múltiples terrazas, construido en las faldas del Cerro Cementerio. Había cuatro grandes interconectadas construcciones de adobe, uno situado en la parte superior de la colina conocida como plataforma principal, y uno en cada una de las tres terrazas. Había cientos de fragmentos de decoración mazas de guerra que se encuentran alrededor de la base de la plataforma principal. Estos ornamentos arquitectónicos son bien conocidos en el arte de las dos culturas Gallinazo y moche, donde se adornan el techo de los edificios importantes. Las mazas eran exclusivas de esta región del sitio por lo que su uso limitaba a la parte superior de la estructura.
El acceso a la Huaca Santa Clara desde el valle solo fue a través de una de las tres terrazas más bajas. Dos salas adyacentes en la parte sur de este edificio fue descubierto para ser parte de un sistema de red de acceso compleja. El personaje de elite de este espacio estuvo marcado por la presencia de un banco bajo cerca de una pared de nichos. Situado en la esquina noreste era un pasaje. Este pasaje muy probablemente restringía el acceso a muchas áreas privadas.
Había instalaciones de almacenamiento a gran escala de los productos agrícolas que se encuentran en la Huaca Santa Clara también. Estas grandes instalaciones están estrechamente relacionadas con las residencias de elite, así como los entierros de elite del complejo arquitectónico.
Los antiguos habitantes de la Huaca Santa Clara, tuvieron rituales de entierros. Los antropólogos canadienses de la Universidad de Western Ontario: Jean Francois Millaire y Flannery Surrette, investigaron a cerca de los rituales que se hacían en la Huaca Santa Clara y explicaron a cerca del proceso en el que se dieron los rituales:
El ritual mencionado anteriormente fue realizado en las derruidas estructuras de Huaca Santa Clara, los resultados del análisis preliminar revelan que le lugar había funcionado como un centro administrativo Virú, como lo es sugerido por el diseño integral del complejo arquitectónico (instalaciones de almacenamiento a gran escala asociados a residencias de elite), los patrones de acceso y la naturaleza de los objetos y muebles recuperados. Los miembros de la sociedad Virú abandonaron el asentamiento en algún momento antes del año 760 d.C., sin embargo, este volvió a ser visitado unos cuatrocientos a los más tarde para la celebración del ritual mortuorio que se viene estudiando.
El elemento central de este contexto funerario fue un niño de cinco años de edad que fue depositado al anterior de una fosa excavada a través de los niveles de ocupación correspondientes al periodo Virú. El niño fue enterrado en posición sentada y su cuerpo resulto momificado naturalmente como consecuencia del clima extremadamente seco en esta parte del valle. El individuo llevaba puesto un tocado y había sido cuidadosamente cubierto con una manta y tres paños envoltorios. Una honda larga fue enrollada alrededor del cuello del niño; esta fue posteriormente utilizada para atar el textil que cerro el fardo. A pesar que se creyó inicialmente que el pequeño podría haber sido estrangulado, no hay evidencia física que apoye esta hipótesis.
El fardo fue asegurado con una honda hecha de fibra vegetal y contiene cinco textiles, dos de los cuales tiene decoración. Uno presenta diseño de listas de colores en dirección de la urdimbre. El otro representa un complejo diseño de perfil escalonado, ejecutado con una trama suplementaria (brocado) de algodón de color marrón oscuro.
Los textiles fueron codificados por estos investigadores. Por ejemplo, uno de los textiles tiene el código HSC 184 y fue encontrado alrededor del cuerpo momificado, mide aproximadamente 100 cm por 135 cm. Está constituido por dos piezas cosidas conjuntamente, con dos de las esquinas atadas entre sí. Presenta urdimbres de diferentes colores de algodón natural y teñido, fueron montadas en el telar y luego tejidas con una trama de algodón de color natural marrón claro. Todos los hilos son de un solo cabo hilado en S. 
Las rayas de colores dominan el diseño de la vestimenta; el número de urdimbre por centímetro es de 20, mientras que la trama es de 9 por cm. La mayoría de las rayas angostas están tejidas en 1/1 (urdimbres y tramas solas), mientras que la pieza central de algodón natural y las rayas, marrón chocolate fueron tejidas en 2/1 (con urdimbres pareadas o dobles). Los colores originales presentes en las listas de urdimbres son difíciles de determinar debido a que el tejido fue manchado por la descomposición del cuerpo; sin embrago, tentativamente podemos precisar los siguientes colores: marrón claro, marrón oscuro, verde, crema, azul y chocolate. El azul pudo ser añil o llague, un tinte soluble en el agua. Los demás tonos antes mencionados están presentes de una manera natural en el algodón del textil.

QUENETO



 Ubicada al margen derecho del rio Virú, aguas abajo, alturas del sector San Juan; le asignan una antigüedad de 3800 a.C. pero a la fecha, faltan realizar mayores estudios para descifrar los misterios que ocultan tras sus petroglifos, sus menhires ( piedras largas) y Cromelech´s (piedras planas circulares); situación que se complica porque muchos petroglifos se superponen los trazos; sin embargo, existen muestras que muy bien pueden identificarse como prehistóricos; lo que ocasionarlos una nueva investigación sobre a procedencia del hombre en el suelo virueño.
Los petroglifos; ubicados en la parte alta de la quebrada de Queneto, están elaborados en la superficie plana de las orcas del lugar, utilizándose en su elaboración la técnica de fricción. Lo enigmático aquí son los dibujos y el lugar mismo. Existen representaciones de peces, guerreros, estrellas, objetos de forma de platos, vasijas, hojas, líneas extrañas, especies de espadas, etc. Muchas veces depende de las interpretaciones que les puedan dar los visitantes.
Las plazoletas de Queneto tienen un significado:
Según Segundo Rodríguez:
La primera plazoleta que es nombrada como “A” es un rectángulo que mide 43.30 mts de largo por 32,80 de ancho. La pared que le sirve de perímetro esta hecho de piedras pequeñas y lajas superpuestas, de acuerdo con sus formas y dimensiones. El tipo de construcción  de estos muros es semejante a los vestigios que se encuentran cerca de los monolitos caídos.
En el extremo oeste de la construcción, a una distancia de 15,90 metros, respectivamente, de ambos costados y a 10,40 metros de muro del fondo, se yergue prepotente un monolito que alcanza 3,60 metros de altura.


La plazoleta “A” se comunica con la vecina por medio de un pasaje de 1,75 metros de ancho, sigue un recinto pequeño y luego una explanada llamada plazoleta “B”, la misma que acusa 26,60 metros por lado. De primera intensión se comprueba que se trata de una construcción antigua, pues las paredes circundantes están formadas por grande piedras, análogas a las que se han encontrado en las edificaciones más antiguas del mundo. En ellas no se halla trabajo sistematizado, simplemente nos encontramos en el fruto de la labro de acarreo y de alineación de grande rocas, caídas unas e inclinadas otras, que han solo trasportadas con notable dispendio de energía de las laderas vecinas.
En los cerros que se alcanzan al comienzo de la quebrada de Queneto, construyeron los Virú, sobre bases de piedra, lo que hoy se llama el castillo nuevo y el castillo viejo de Tomabal. Desde luego, la técnica de construcción lítica empleada por los Virú y luego los mochicas es diferentes y mucho más avanzada que se percibe en las plazoletas “A”. La observación anterior tiene la suficiente fuerza para considerar que aquellos vestigios corresponden a una agrupación que procede a ambas culturas, y no inclina a creer que son trazas de las lecturas insipientes de la costa.
El sistema empleado en la edificación del plazoleta “B” por su simplicidad y material usado, comprueba ampliamente que se trata de construcciones antiquísimas corresponde ya un periodo remoto, anterior al de la plazoleta “A”.
Es de suponer por tanto, que esas pictografías constituyen las primeras manifestaciones de arte de los pobladores de la costa, y son documentos valiosísimos que dan fe del momento admirable en que el primitivo peruano emerge del mundo del instinto y las apetencias materiales para descubrir la llama interior de su espíritu.
Queneto seguramente fue un santuario, y sus menhires fueron los ídolos o símbolos de sus divinidades, ídolos duros y ásperos como para resistir las contingencias de las fuerzas naturales o humanas destacadas. Fue probablemente el primer santuario con el que una raza inicio su ascensión a plano superior; de arranque de un conjunto de culturas, testimonios, el más antiguo de la obra del Perú ancestral.

CASTILLO DE TOMABAL:

Tomabal es una de las principales construcciones de la época de la cultura Gallinazo. Este monumento dista aproximadamente unos 8 km. del pueblo del Virù.
Tiene cinco plataformas superpuestas en forma piramidal, cuya base esta cimentada en piedra y adobe y data de 400 años a.C. hasta 200 años d.C. cuando comienza la expansión de la cultura Moche. 

Según los estudios recientes su estructura arquitectónica fue utilizad para refugio y defensa, ofreció seguridad e invulnerabilidad. Los materiales usados en su edificación fueron: piedra ( para las bases de la plataforma), adobe, madera y ripio.

Esta estructura piramidal se encuentra asentada sobre una base rocosa que se proyecta de los cerros del mismo nombre ubicado en la margen norte de la parte media del valle de Virù.
Por el lado norte se extiende una amplia planicie conformada por terrazas producto de los derrumbes de los cerros, por el sur oeste. Muy cerca del edificio. También se encuentra un área de viviendas con numerosos muros de piedra algunos de ellos canteados sobre las cuales debieron colocarse adobes y otros materiales de construcción de la época.
Otras dos áreas de cementerios están ubicadas sobre las faldas de los dos últimos promontorios rocosos que continúan al sur oeste del fabuloso castillo. El edificio está conformado por una plataforma central de forma piramidal. Que es una edificación de unos 50 metros de altura, su arquitectura es octagonal y tiene un área aproximada de 300 metros cuadrados.
Otra plataforma baja al sur y una tercera plataforma alargada de 130 metros por un lado y 8 metros por el otro en forma de “L” que se desprende del extremo oeste de la primera y continúa con dirección a las construcciones al Nor- Oeste. Subiendo las cimas y laderas de esta estribación rocosa.
El flanco norte está cubierto de numerosas construcciones de adobe muy erosionadas por el paso de los años.



EXPRESIÓN ARTÍSTICA Y APORTES DE LA CULTURA VIRÙ 

Vestimenta 

Los “Gallinazo” se cubrían solamente con pequeñas trusas  y en ellos usaban los colores Rojo Indio, negro y blanco;  de igual forma acostumbraban a usar  figuras de animales, que simbolizaban sus logros en la cacería; sobre la cabeza, los Virú, utilizaron una especie de turbante en forma de anillo que servía de protección del medio ambiente.
Los Virú fueron los primeros que usaron la fibra de camélidos en los tejidos; así como el algodón en los mantos, tejidos que son de buena calidad.
De igual manera trenzaban sus cabellos usando cuerdas. Sus trenzas remataban en colgajos que caían a ambos lados de la cara.Usaban coronas, aretes de los cuales pendían hasta tres colgantes, que eran por lo corriente alambres circulares con una lentejuela grande.
Se adornaban con collares de piedra, turquesas, lapislázuli, atuendo pobre si se le equipara con el de los Mochicas y los Cupisniques.
Los Virú Se tatuaban la cara y  existen casos en que la tintura del tatuaje ha penetrado hasta el cráneo al borde de la ceja (Hoyle, 1966)

 Cerámica

La cerámica que allí encontramos es similar a la de las otras culturas. Tenemos representaciones antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas. Representaciones de casas, representaciones de los felinos, ollas botelliformes y cancheros. Había predilección por las esculturas de los pies y de las manos, contamos entre las formas principales, asa de estribo, esculturas con doble pico y puente. Escultura de doble recipiente, pico y puente, botelliformes con asa, recipientes globulares con gollete, trompetas.
La cerámica Virú, inicialmente fue hecha a mano para luego elaborarse en moldes.
Para la alfarería, Rafael Larco Hoyle (1948), logro establecer tres etapas: el auge, la coetánea con la cultura Moche, la decadente con la cultura Chimu; y propuso la clasificación ceramio-grafica, la cual estuvo basada en aspectos morfológicos.
El escultor Virú, se inspira en la naturaleza, es atrevido; y lleva a cabo lo que se considera la escenografía plástica: esculpe los cerros y sobre ellos los cactus, los zorros, los caracoles y las serpientes que comúnmente se encuentran en estos parajes. 
Los Viru no se preocuparon por darle una forma exacta a las cerámicas en lo que respecta a las partes del cuerpo humano, por ejemplo los ojos simplemente son rayas o rombos la nariz o la boca son simples protuberancias.

Metalurgia 

Los artesanos iniciaron técnicas de uso de la piedra y de metales, por lo que podemos señalar que durante esa época comenzó el dorado de objetos con aleación de cobre y oro.

Es necesario señalar que los únicos homos en toda la región La Libertad, para difundir metales y preparar armas han sido encontrados en las ruinas del complejo arqueológico de Huancaco, no existe evidencias de Chan Chan ni en la Huaca del Sol y la Luna, por mencionar a las más importantes.
En el último siglo de existencia, alcanzaron un elevado grado de desarrollo metalúrgico, siendo destinada tanto a fines rituales como a la fabricación de armas e instrumentos de producción agraria y de construcción.

Música

Los Gallinazo en la composición musical emplearon el Bombo, la antara y la flauta. En Viru se encontraron antaras de cerámica que tenían tubos largos en forma de bulbo,  también se considera que el silbato con más antigüedad perteneció a esta cultura.

Medicina

Para ello se recurría a los viejos Chamanes, quienes curaban con canticos y hierbas, con frotaciones del perro calato o con cuy.  Según hoyle se usó también el “ashango” , variedad del captos, (Mezcalina como el “san pedro”) 
Con relacion a lo expuesto Hoyle menciona: 
“Desconocemos si consumían la chicha, pero encontramos individuos masticando hojas de coca… Hay la posibilidad de que aprovecharan el achango como medicina. Hemos encontrado un cráneo maravillosamente trepanado. Correspondía sin duda a un individuo que tuvo una enfermedad para tratar la cual habíanse visto obligados a practicar unos pequeños orificios del diámetro de un lápiz. En una parte de este cráneo creemos haber descubierto el primer trasplante óseo que se haya practicado en la antigüedad…”

Arquitectura 

Según  las representaciones escultóricas de su cerámica, estas se relacionaban con la vivienda y en las paredes de tapia, adobe paralelepípedos de lados estriladlos por cañas y piedra de los sarcófagos; usando como material de construcción la piedra, que era colocada uno sobre otra, buscando que las plana quedara para el interior, formando así un muro circundante, cuyas grietas se rellenaban con piedra menuda, no usaban el barro como relleno.
Durante ese tiempo se construyeron una serie de edificaciones en la parte alta de colinas o promontorios rocosos estratégicos de los valles costeños donde tuvo influencia, que fueron mal llamados “castillos”
Santiago Uceda y Elías Mujica editores (2006) sostienen que los rasgos característicos  constituidos por construcciones monumentales hechos con adobes paralelepípedos fabricados con gaveras de caña, unidas en algunas partes por madera de algarrobo; grupos de vivienda aglutinadas irregulares con paredes hechas con adobe y tapia, vasijas de cuerpo simple y doble cuerpo decoradas con pintura resistente negativa podrían identificar a la cultura gallinazo o bien cultura Virú; como está sustentado que fue en este valle donde se originan estos rasgos en su conjunto, pero cuya presencia está demostrada en los valles de Casma, santa, chao, Virú, moche, Chicama, Jequetepeque y Lambayeque, inclusive al sur de Piura
La arquitectura ha permitido definir cuatro tipos de construcciones:
Los centros urbanos ceremoniales; eran pirámides de grandes tamaños destinados para el desarrollo de actividades ceremoniales y de culto. Vivía el Señor, su familia y su sequito, incluidos los sacerdotes. Los recintos tenían grandes ventanales, que en algunos casos se extendían a todo lo largo de la pared; en otros el ventanal era dividido por un pilar central. Los techos planos eran sostenidos con frecuencia por pilares; mientras que las puertas eran rectangulares o remataban en un arco y se abrían al costado de la fachada.
Las fortificaciones; eran grandes edificaciones ubicadas en lugares estratégicas de la parte alta, donde se angosta el valle medio, su función era vigilar, defender y controlar cada valle.
Las grandes casas semiaisladas: presentan habitaciones, más o menos pequeños y techo a dos aguas (para la ventilación de la casa y protección del sol y de la lluvia), generalmente estaban alejadas y solitarias; en estas debieron de vivir personajes principales o funcionarios que supervisaban las actividades productivas; estaban ubicadas en las huacas o alrededor de las fornicaciones. Los contornos no son comunes ni se trata de simples albergues, sino que demuestran meditación y estudio del arquitecto que las creo.


 Las aldeas, eran aglutinadas, allí vivía el pueblo, alrededor de las huacas y fornicaciones; donde se construían viviendas sencillas y de líneas armoniosas, resultantes de larga experimentación y estudio, que por lo general, eran de una o de dos habitaciones, tenían techos planos (con claraboya a todo lo ancho en el frente de la casa) con ligera inclinación hacia la parte posterior, aunque también había dos aguas en algunas zonas.

La cultura Virú era guerrera especializada, según las construcciones monumentales y estratégicas, los cuales presentan una arquitectura fortificada; pero estos habrían servido exclusivamente en forma defensiva.
Dos de las menciones más antiguas de diseños incisos en la costa norte, proceden del sitio de gallinazo (V-59), en el valle de Virú.
Bennett (1950) presenta motivos de serpientes estilizadas (algunas bicéfalas) y símbolos escalonados; y Ubbelohde-Döering (1957) publica motivos indeterminados procedentes del mismo sitio.


Organización política

Organización política 


Gracias a los restos encontrados, especialmente las tumbas,  podemos suponer una estructura social en la cultura gallinazo o Virú.

Se presume  que Había sacerdotes ligados al gobierno, soldados, comerciantes y agricultores.  Y que la organización de toda la jurisdicción estuvo a cargo de los sacerdotes; quienes tenían también la labor de ejecutar las sanciones o las infracciones de las leyes o normas de la comunidad; asi mismo eran encargados de la defensa del jefe y de su sequito.

Los sacerdotes: 

Los sacerdotes ocupaban la cúspide de la pirámide social en la cultura Virú, estos  ocupaban los cargos políticos y administrativos, entre ellos estaban:
El gran señor Virú, que tenía a su cargo la conducción política y administrativa de la comunidad, teniendo como consejeros a los chamanes o sacerdotes. 
La Gran señora, que por su condición realizaba labores de ayuda entre la comunidad, especialmente de enseñanza (telar, tejido, cocina) a las doncellas y mujeres.
Los chamanes  como ya lo hemos mencionado era los encargados de integrar a la sociedad a través de sus rituales, eran conocidos como los hombres lechuza. 

Los soldados: 

En el cuerpo militar estaban  los hombres felino, o guerreros, que representaban la agilidad y el coraje de la comunidad, su función era  custodiar y repeler los ataques de otras comunidades, para ello se usaba un pequeño escudo cuadrado; también las representaciones muestran a los soldados usando: Bonetes especiales que parecen coronas, grandes orejeras, macanas, porras.    Estos tenían actividad en tiempos de Guerra como soldados y en tiempos de paz como agricultores o cazadores. en la milicia se encontraban los hombres Zorros quienes se caracterizaban por su astucia y realizaban labores de expectación frente a posibles ataques de otras comunidades. Cabe mencionar que los Virú fueron los primeros en usar la pintura corporal.


La Cultura Virù o Gallinazo 


Ubicación 

se desarrolló entre los valles de Casma (Áncash) y    (Lambayeque) ,  entre los 2000 a.C. (formación de las primeras aldeas) hasta 500 d.C. (convivencia con la cultura Moche); es decir entre el periodo inicial y el periodo Intermedio temprano, según la clasificación de Rowe o entre el periodo Formativo y el culturas regionales, según Guillermo lumbreras.

División De la Historia de la cultura Virú 


Periodo Temprano:

 Se ubicó en la parte baja del valle. Este periodo comprende desde los 2000 a.c. hasta 200 a.c.

Periodo Medio:  

( 200 a.c a 300 dc)por las corrientes del niño que se presentaban periódicamente, se asentaron en las partas más alta y medias, lo cual  implica nuevos conceptos de irrigación y defensa con la utilización de fortificaciones ( Huancaco, Tomabal, Zaraque, santa Clara,, santa rosa 1ero de Mayo Mochan, Napo, Huaca Del Gallo y De la Gallina) 

Periodo tardío:

comprende los años 300 dc a 500 dc. Este periodo se caracteriza por la defensa del territorio y propiedades  a la par de realizar mejoras de su sistema de irrigación, lo que posteriormente estuvo bajo la influencia moche.  

Capital 

Las Aldeas en el periodo formativo fue la Huaca Gallinazo, Ubicada cerca de cerro negro (Guañape), posterior mente fue Tomabal, ubicada en la parte norcentral del valle Virú y cuando convivieron con lo Mochica la capital se estableció en Huancaco.

Lengua 

La   cultura Gallinazo hablo un dialecto del  “Quingnam”  que en la época de los incas se llamó “Yunga”. A pesar que los Incas, en la época de Huayna Capac,  impusieron el “quechua” la lengua nativa de los Virú volvió a resurgir.
Biotipo del poblador Virú  
Según Hoyle (1966) “El hombre de Virú no fue  tan vigoroso como el Mochica o el
Cupisnique. Es de mediana estatura.” Con esto concuerda Segúndo Mauricio  Rodríguez Salvatierra, quien describe El hombre Gallinazo de la siguiente forma: “tenía una estatura promedio de 1.60m mientras la  mujer 1.55m; como promedio de vida era un aproximado de sesenta años de edad… Los Virú tenían cara redonda, nariz de tamaño regular, pelo lacio, cobrizos, ojos pequeños, amplio tórax, extremidades fornidas, contextura gruesa, melancólico, aguerridos y laboriosos.”